Historia del Ford Focus: Sus predecesores (II)

 

 
A finales de Octubre vimos los Escort ochenteros, ahora veremos los "noventeros".
En 1990 apareció una nueva generación del Ford Escort, que mantenía un diseño emparentado con las generaciones anteriores, es decir, la carrocería de 3 y 5 puertas tenía forma de dos volumenes y medio, y el pilar C estaba acristalado.

El modelo era más redondeado en general que sus predecesores. Incluso cuando lo sacaron hubo un anuncio, en el que salían un montón de coches representados como cajas cuadradas, y aparecía el Escort tan redondeado para comparar.

Esta vez no había versión shooting break, las "únicas" carrocerías fueron la de tres puertas, cinco puertas, sedán (Orion), familiar y cabrio. Bueno, y versión furgoneta (Ford Courier).

En 1993 el Escort sufrió un ligero restyling. Se le cambió la parrilla (ahora con un óvalo como toma de aire), cromada en el caso de las versiones ghia. Al modelo de 3 y 5 puertas, y al cabrio también se le cambiaron los pilotos traseros, ahora más modernos y paridos por el portón. Los paragolpes se hicieron más redondeados.

Por si fuera poco, en 1995 sufrió un nuevo restyling (nueva generación según Ford) con un frontal totalmente nuevo (faros nuevos, paragolpes nuevos, capó nuevo). Los paragolpes traseros se volvieron aún más redondos. El Orion pasó a llamarse Escort de 4 puertas (para unificar toda la gama). También se cambió un poco el aspecto del interior, y hubo varias versiones de diseño deportivo, como el 1.8 XRi con llantas y taloneras.

Lo más destacado de esta generación fue la participación en los rallyes (WRC), contando con pilotos como Carlos Sainz.

Además, la versión de rallyes tuvo una versión de producción: el RS Cosworth. Si me preguntan cual es el Ford con un diseño más espectacular de los últimos 20 años, yo diría que el Escort RS Cosworth, con permiso quizás del Mustang y del Ford GT.

El RS Cosworth no dejaba de ser un Escort, pero tenía importantes diferencias. Para empezar, era de tracción total, en vez de delantera, y llevaba un espectacular alerón. Sin embargo, lo más llamativo eran las aletas ensanchadas, para albergar unas vías mayores que el modelo normal. Su potencia, 225 CV, puede que ahora no nos parezca demasiado, pero en su época era una verdadera exageración.

En el próximo capítulo veremos los Escort americanos de los años 90.