En la entrada anterior dejamos al Mustang por su tercera generación.
Bueno, pues en 1989 se intentó sustituir el Mustang por el Probe... Pero a pesar de ello el Mustang se siguió vendiendo con gran éxito; además el Probe era tracción delantera y tenía motores pequeños, por lo que "traicionaba" el espíritu del Mustang.
Entonces Ford tuvo que preparar un nuevo coche de tracción trasera para sustituir al Mustang... Como les pilló tarde, tenemos que la tercera generación del Mustang aguantó hasta 1993.
Ese año nació la cuarta generación. Medía 4,61 de largo (¡como el Mustang original!) y su batalla era de 2,57 metros.
En esta generación solo había dos carrocerías: coupé y cabrio. Nada de un coupé de tres volumenes y un fastback. Coupé normal y a correr.
En 2000, sufrió un restyling, cambiando sus formas redondeadas por otras más angulosas.
En 2004 nacería la quinta generación, esta vez con un diseño retro, intentantdo recordar a la primera generación (y aprovechando que se cumplía el 40 aniversario del modelo).
Sus carrocerías, fastback y descapotable. Medía 4,77 metros de largo, y tenía una batalla de 2,72 metros.
En 2010 sufrió un pequeño restyling, afectando al frontal y a la zaga, y a ciertos detalles del alteral (pilar C y paso de rueda trasera, sobre todo), pero manteniendo el mismo diseño general.
En 2014 (hay que ver lo que dura cada generación, una media de 10 años), nació la sexta y actual generación.
Con la misma distancia entre ejes, y apenas 1 centímetro más largo, el Mustang VI es más ligero que el anterior, luce un diseño más moderno (el del Mustang V está muy gastado, quizás por llevar demasiado tiempo en el mercado, o por haberse visto tanto en cine, televisión, videojuegos, etc.).
Como curiosidad, una de las motorizaciones del Mustang VI es un cuatro cilindros 2.3 turbo, una definición que coincide con uno que llevó en su día el Mustang III, pero por supuesto no tiene nada que ver el nuevo motor con el antiguo.
De nuevo, dos carrocerías: coupé y cabrio.
Y esto es la historia del Mustang, hasta hoy.
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