viernes, junio 04, 2010

Los leones de Cibeles

Ésta es la historia de los leones de la diosa Cibeles.



Los leones de Cibeles son dos, y tienen nombre: Atalanta e Hipómenes, que antes de ser leones, eran humanos

 Atalanta era una bella y magnifica atleta. Retaba a sus numerosos pretendientes a una carrera, y se casaría con quién la ganase. Sin embargo, si el pretendiente pierde, Atalanta se lo carga.
Hipómenes era uno de esos pretendientes: está loco por Atalanta y decide pedir ayuda y consejo a la diosa Afrodita para poder ganar a la bella Atalanta en una carrera, y así conseguir su mano.

Afrodita accede a ayudarle, y a cambio, la diosa sólo le pide que el dia de su boda con Atalanta, le agradezca todo lo que ha hecho por él en un templo de Afrodita cualquiera. Ni siquiera un templo concreto;  el primer templo de Afrodita que encontrase le venía bien a la diosa.

Gracias a la ayuda de Afrodita, Hipómenes consigue ganar a a Atalanta, por lo que finalmente se casan. Están todo el día de fiesta, y cuando acaba el día y se disponen a ir hacia su nuevo hogar para hacer uso del matrimonio, se les aparece Afrodita, muy enojada, y le dice a Hipómenes:

-Hipómenes, majo, enhorabuena por la boda, ya veo que te has echado una buena moza, pero... ¿no se te olvida algo?
Hipómenes se queda pensativo porque de primeras no sabe de lo que está hablando Afrodita, pero a los pocos segundos se da cuenta y contesta:
-Ah sí... si precisamente ibamos ahora hacia el templo, nos has pillado a mitad de camino...

Pero Afrodita que no es tonta, y que para eso es una diosa, sabe muy bien que no iban al templo a hacer la ofrenda, sino que iban a celebrar la noche de bodas (se lo debió ver en la cara a los recién casados), así que contesta al humano:
-Venga chaval, ¿te crees que las diosas somos tontas o qué? Me estás contando una bola, eres un desagradecido y pagarás por ello, ya que la ingratitud es el único pecado que no tiene perdón.

Así que Afrodita como castigo convierte a Atalanta y a Hipómenes en leones, y se los regala a la diosa Cibeles para que tiren de su carro por toda la eternidad.

 Y sí, los convirtió en leones macho, a Atalanta también. Cosas de los griegos.

Agradecimiento a Ignacio, que es quién me contó esta historia

jueves, junio 03, 2010

Ventas de coches, mayo de 2010

Un mes más, el gráfico con las ventas de coches:

Las ventas en Mayo suben. Pero poco... Seguramente en Junio vuelvan a subir, pero a partir de ahí, irán para abajo. Ojalá me equivoque.

martes, mayo 18, 2010

La incertidumbre del monedero de la abuela

Uy, me da que esto va de Física Cuántica... O quizás no. Quizás esto va de un pensamiento sin sentido.

Para empezar, tenemos el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, que dice que no se puede saber al mismo tiempo la velocidad y la posición de una partícula, porque una partícula es partícula y onda al mismo tiempo... o algo así. Así de incomprensible, claro.

También está la indeterminación de Schrodinger, que cuenta una historia de que hay un gato en una caja y hay un 50% de probabilidades de que el gato esté vivo, y 50% de que esté muerto. Pero no se puede saber hasta que se abra la caja. Por tanto, mientras la caja esté cerrada, el gato está vivo y muerto al mismo tiempo.


 Pues bien, el otro día, viendo que alguien tenía un monedero de esos "de abuela" (chiquitajos, con boca pequeña y con un solo compartimento),
 enunciamos un teorema, el teorema de "la Incertidumbre del Monedero de Abuela". Consiste en que si uno lo abre para ver cuanto dinero tiene (monedas y/o billetes arrugados de cualquier manera), lo más probable es que se le caiga algo al suelo y lo pierda.
 Esto significa que en un monedero de abuela, no se puede tener cierta cantidad de dinero y saber cuanta es esta cantidad al mismo tiempo.

 Es decir, puedes tener X monedas, pero no saber que las tienes; y si se te ocurre mirarlas, se te caerán unas cuantas, así que ya no sabrás lo que tenías. Y así continuamente. Lo único que puedes hacer es sacar dinero para pagar hasta que se te acabe el dinero.

 Vale, ya sé que hay métodos para saltarse esta incertidumbre, como por ejemplo sacar todo el dinero para volver a meterlo. O echar cuentas de cuanto dinero se saca y se mete para saber en todo momento cuanto dinero hay... Pero eso es hacer trampas ;)

 En fin, esto es una chorrada, pero aún así es menos chorrada que el teorema de Bolzano, que el tío se hizo famoso con ese teorema... Quizás en otro post hable de él.

viernes, mayo 14, 2010

Villa Rosa

La Forja de un Rebelde II: La Ruta

Segunda parte, capítulo IX: Villa Rosa



Cuando estaba leyendo "La Ruta", y vi el título del capítulo IX de la segunda parte, dije, "anda, Villa Rosa, como el garito de Huertas... pero no puede ser, será coincidencia".
La Ruta es una novela autobiográfica ambientada en Melilla, Ceuta, y en Madrid, haciendo una pequeña parada en Córdoba. La acción ocurre durante los años 20 del siglo pasado, y habla de la Guerra de Marruecos y la dictadura de Primo de Rivera.
Cuando llega al capítulo "Villa Rosa", el protagonista ya está en Madrid, y el libro dice textualmente:
"Villa Rosa era uno de los colmados andaluces más conocidos de Madrid, en una esquina de la plaza de Santa Ana".
Pues vaya, por la descripición es el mismo "Villa Rosa" que conozco en los tiempos actuales. ¿Demasiada coincidencia? ¡Tenía que ser el mismo sitio! En este capítulo se cuenta como el protagonista conoce a Don Miguelito precisamente en Villa Rosa. ¿Quién es Don Miguelito? Pues Miguel Primo de Rivera. Sí, Arturo Barea (el autor-protagonista) conoce a más gente importante que Forrest Gump. Yo creo que se lo inventaba...

Bueno, a lo que iba, resulta que el Villa Rosa del libro, y el Villa Rosa al que voy a menear el esqueleto, resulta ser el mismo, ya que lleva allí toda la vida, según pone en webs como ésta.