Por fin la última entrega de la serie de coches híbridos. Esta vez le toca el turno a Volvo y a Mitsubishi. ¿Qué hace Mitsubishi aquí? Pues que cuando pasé por la letra M, el híbrido de Mitsubishi no estaba aún a la venta.
No tiene nada que ver con que Volvo y Mitsubishi hayan estado asociados en el pasado (el Mitsubishi Carisma y el primer Volvo S40 compartían plataforma y fábrica).
Bueno, vayamos al tema.
El Mitsubishi Outlander PHEV es un híbrido enchufable con un motor de gasolina 2.0 de 121 CV, y dos motores eléctricos de 82 CV cada uno; uno acoplado al eje delantero, y el otro al eje trasero. Por supuesto, tiene tracción total.
La potencia máxima combinada es de 121 CV, porque cuando funcionan varios motores a la vez, no lo hacen a máxima potencia.
El PHEV tiene el piso más alto que los Outlander normales, por eso no que sitio para la tercera fila de asientos, que los Outlander normales sí pueden llevar
Un Outlander diesel de 150 CV está a la venta desde 31000 €, con un consumo de 5,4 litros a los 100 kilómetros.
Por su parte, Volvo ofrece el V60 en versión híbrida, siendo también un híbrido enchufable. En el caso del V60 plug-in Hybrid (así se llama), se utiliza un motor diesel 2.4 de 215 CV, y un motor eléctrico de 68 CV acoplado al eje trasero (parecido a lo de los Peugeot Hybrid4). O sea, que volvemos a tener un híbrido de tracción total.
La potencia máxima en este caso es la suma de la potencia de los dos motores: 283 CV.
La pega es que el V60 híbrido solo tiene 300 litros de maletero, mientras que los demás V60 tienen 430 litros.
Se vende desde 60900 €, y su consumo es de 1,8 litros a los 100 kilómetros. En comparación un V60 diesel de 215 CV 4x4, con un consumo de 5,9 litros, se vende desde 47000 €.
Un V60 de gasolina de 306 CV, con un consumo de 6,7 litros (muy optimista me parece a mí) se vende desde 49000 €.
60900, 283 CV, 1,8 litros
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